« Estaba adelantada en todas las fases de rehabilitación », recuerda el cirujano que operó a Boisson

Adrien Guyot

le 05/06/2025 à 07h56

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Boisson Roland Garros

Esta es la bonita historia de este Roland-Garros 2025 y quizás incluso la bonita historia de la temporada en el circuito WTA. Clasificada más allá del top 350 antes del torneo, la tenista francesa Loïs Boisson desbarató todos los pronósticos para alcanzar las semifinales, en su primer torneo de Grand Slam.

Con 22 años, la originaria de Dijon, invitada por los organizadores, eliminó a Elise Mertens, Anhelina Kalinina, Elsa Jacquemot, Jessica Pegula y Mirra Andreeva. La que estará al menos en el puesto 65 tras el torneo ha eliminado así a tres cabezas de serie, dos de ellas miembros del top 10.

Contra Pegula y Andreeva, aprovechó el ambiente de la pista Philippe-Chatrier para remontar primero a la estadounidense antes de frustrar a la joven tenista rusa de 18 años. Este jueves, Boisson tiene una cita con la historia.

Primera tenista francesa en semifinales en Porte d’Auteuil desde Marion Bartoli en 2011, puede ser la primera de su país en llegar a la final de este torneo en 20 años. En aquel entonces, fue Mary Pierce quien se abrió camino hasta la última etapa, antes de caer contra Justine Henin.

Para mantener la posibilidad de emular a Pierce, que ganó Roland-Garros en 2000, tendrá que lograr una nueva hazaña, ya que esta vez es Coco Gauff, número 2 mundial y finalista en 2022, quien se cruza en su camino.

Antes de este encuentro, que tendrá lugar tras la primera semifinal entre Aryna Sabalenka y Iga Swiatek, Bertrand Sonnery-Cottet, el cirujano que operó a Boisson (víctima de una rotura del ligamento cruzado de la rodilla hace un año), habló sobre la rehabilitación de la francesa, que ha vuelto muy rápidamente a un excelente nivel.

« ¡Me dio escalofríos! Es increíble, no te das cuenta de dónde viene. He operado a varios deportistas de alto nivel. Y entre los más impresionantes a nivel mental, están Zlatan (Ibrahimovic), Charles Ollivon, Ada Hegerberg y ella.

Zlatan y Charles estaban al final de sus carreras. Aquí era una chica de 21 años desconocida, a punto de lograr algo y que se enfrenta a un túnel de nueve meses con dudas constantes, preguntas sobre cómo gestionar la lesión y sobre el nivel deportivo al volver.

Son bestias heridas que sufren. Es un proceso largo y, hasta que se demuestre lo contrario, volver a un nivel más alto es inimaginable. En el caso de Loïs (Boisson), es excepcional.

Después de treinta segundos, ves con quién estás tratando. Loïs tiene un carácter enorme. Pone a prueba a la gente, necesitaba confiar en mí y que yo le demostrara mis habilidades.

Hacía muchas preguntas sobre los detalles de la cirugía, la recuperación. También me pidió las publicaciones científicas que había hecho sobre el tema. Lleva las cosas muy lejos.

No estaba para nada en la postura de la pobre víctima, decidió todo lo que había que hacer para recuperarse, con un equipo muy fuerte, unido y competente a su alrededor. Cada visita de control era simplemente una validación de las etapas superadas.

Y estaba adelantada en todas las fases de rehabilitación. Es reservada, no tiene un carácter expansivo, no es de hablar mucho, pero es una buena chica, nada arrogante.

Está obsesionada con lo que hace y es muy apasionada. A los tres meses, me preguntó si podía golpear pelotas. Decía que era importante para sus golpes. Le dije que pondría su rodilla en peligro.

Me respondió: ‘¿Y si estoy sentada en una silla?’ Al final cedí. Es una máquina. Tener una atleta con este nivel mental, no sé si ha habido muchas. En cuanto tiene un pequeño problema, me envía un mensaje. Nos llamamos el domingo por la mañana tras su dolor de rodilla izquierda del sábado (contra Jacquemot en la tercera ronda).

El dolor es muy fugaz en algunos saques, y normal en esta etapa, dado el tiempo transcurrido. Tiene previsto verme después de Roland-Garros, espero que sea lo más tarde posible », explicó el cirujano para L’Équipe.