El abogado de Simona Halep rompe el silencio: «La ITIA había solicitado una suspensión de seis a ocho años»
En los últimos meses, los casos de dopaje han ocupado un lugar destacado en el tenis mundial. El número 1 mundial, Jannik Sinner, dio positivo por clostebol durante Indian Wells el año pasado y aceptó una suspensión de tres meses hasta mayo de 2025 por negligencia de su entorno.
Por su parte, Iga Swiatek, actual subcampeona de Sabalenka en el ranking WTA, vivió una experiencia similar en Cincinnati, al dar positivo por trimetazidina. La polaca fue suspendida un mes antes de poder reanudar la competición a principios de temporada.
Otro gran nombre del tenis que se ha visto involucrado en un caso de dopaje en los últimos años es Simona Halep. Ausente del circuito entre el US Open 2022 y el torneo WTA 1000 de Miami en 2024, la rumana, exnúmero 1 mundial y ganadora de dos títulos de Grand Slam en su carrera, fue inicialmente suspendida por cuatro años en septiembre de 2023.
En un comunicado, la Agencia Internacional para la Integridad del Tenis (ITIA) anunció la noticia tras un control positivo de Halep por roxadustat un año antes en Nueva York.
Finalmente, después de defenderse en los tribunales, Halep logró que su suspensión se redujera a nueve meses, lo que le permitió regresar a Miami el año pasado, donde fue derrotada en tres sets por Paula Badosa.
Desde entonces, Simona Halep puso fin a su carrera durante el torneo de Cluj-Napoca a principios de febrero, afectada por lesiones recurrentes en la rodilla y el hombro en los últimos meses. Para los medios locales, Bogdan Stoica, abogado de Halep durante todo el proceso, hizo nuevas revelaciones sobre el caso en el que su cliente estuvo involucrada.
«Estábamos contentos cuando supimos que la pena se había reducido. La noticia de la decisión nos llegó a todos, fue una felicidad absoluta. Es probablemente el sentimiento que experimenta cualquier persona injustamente condenada.
Simona no es solo una atleta excepcional, sino también un verdadero modelo para la sociedad. El público la apoyó, al igual que los patrocinadores, que no creyeron ni por un momento que Simona hubiera hecho algo prohibido.
Sin embargo, este alivio ya no es tan intenso ahora. Porque no olvidemos que la ITIA, es decir, la organización que persigue a los atletas y solicita posibles sanciones, propuso una suspensión mucho más larga.
¡La ITIA había solicitado una suspensión de seis a ocho años! La victoria no es tan grande en comparación con lo ocurrido en los casos de Iga Swiatek y Jannik Sinner. Lo importante aquí es el veredicto de reducir la suspensión a nueve meses, que tuvo en cuenta una contaminación.
Estar contaminado significa que entraste en contacto, de manera completamente accidental y sin darte cuenta, con un producto que contenía una sustancia prohibida.
La presidenta del tribunal es una australiana que, además de su formación jurídica, también tenía formación en química.
Creo que esto fue una gran ventaja, porque entendió perfectamente qué es una contaminación, qué significan los análisis de sangre y todo lo demás. Al final, el caso no era tan complicado.
La sanción aplicada depende del nivel de negligencia del atleta. También se analiza en función del historial de la contaminación. No importa si lo sabía o no, el atleta es culpable.
Cuando anunciaron que la suspensión se reducía a nueve meses, Simona ya llevaba un año y siete meses suspendida», explicó en el plató de Digi Sport en las últimas horas.
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