Nacido casi por casualidad en un jardín de Acapulco, el pádel se ha convertido en cincuenta años en un fenómeno mundial que seduce tanto como inquieta al tenis. Su fulgurante ascenso ya está trastocando el panorama de los deportes de raqueta.
Estrellas exhaustas pero omnipresentes, torneos cada vez más largos y exhibiciones convertidas en un negocio en sí mismo: el tenis revela sus contradicciones más profundas, entre espectáculo y supervivencia física.
La United Cup 2026 se anuncia espectacular: dieciocho naciones, dos ciudades anfitrionas, y sobre todo un elenco de capitanes digno de los torneos más grandes.