Van Rijthoven, ¿una hazaña sin futuro?

Hace 2 años, Tim Van Rijthoven causó sensación al ganar la edición 2022 del ATP 250 de 'S-Hertogenbosch. El holandés, que entonces tenía 25 años y ocupaba el puesto 205 del mundo, fue invitado por los organizadores y se alzó con el título al vencer a Taylor Fritz en 2ª ronda, a Felix Auger-Aliassime en semifinales y a Daniil Medvedev en la final.

Lo confirmó dos semanas más tarde alcanzando los octavos de final en Wimbledon. Contra Novak Djokovic, logró arrebatarle un set al tricampeón (6-2, 4-6, 6-1, 6-2). Desde entonces, sin embargo, poco o nada.

Aquejado de dolores de espalda durante el resto de la temporada 2022, Van Rijthoven también pagó el precio de la falta de puntos concedidos en Wimbledon esa temporada (tras la prohibición de competir a rusos y bielorrusos).

La falta de puntos le impidió entrar en el Top 100 de la clasificación ATP, dificultando así su entrada en torneos más importantes y su progresión. Aunque debería haber escalado hasta el puesto 70 del mundo, en el mejor de los casos ocupó el 101. En septiembre logró alcanzar la segunda ronda del US Open 2022.

Sin embargo, el holandés no pudo consolidar su éxito en 2023. Las lesiones volvieron a lastrarle, como todas las temporadas (salvo 2022) desde que tenía 18 años. Sólo pudo disputar 3 torneos y un partido de Copa Davis. Y ni siquiera pudo defender su título en 'S-Hertogenbosch.

En 2024, la situación era aún peor. No había jugado un solo partido profesional desde principios de año antes de que los organizadores de 'S-Hertogenbosch le concedieran una wild card para entrar en el cuadro final. Pero, falto de ritmo, perdió el martes en primera ronda ante Zizou Bergs (6-4, 6-3).

A sus 27 años, al de Roosendaal se le acaba el tiempo. Pero a menos que las lesiones le dejen por fin en paz, es difícil ver cómo podría volver a la primera línea del juego.

Su título sobre la hierba de 'S-Hertogenbosch seguirá siendo quizás el único resultado a la altura de su innegable talento y potencial. A menos que logre otra hazaña en un momento en el que ya no se le espera.