«Fatiga, mindset tóxico»: cuando los jugadores repiensan su pretemporada para sobrevivir al tenis moderno
Una pretemporada en mutación: el tenis moderno impone una revolución silenciosa
Más rápido, más físico, más emocional: el tenis actual no tiene nada que ver con el de hace 20 años.
La sobrecarga de partidos, la intensidad de los intercambios y la presión mental permanente obligan a los jugadores a repensar por completo su pretemporada.
Y donde antes el invierno se limitaba a un bloque de preparación física y algunos ajustes técnicos, ahora se ha convertido en un laboratorio completo, diseñado para durar o para sobrevivir.
¿El reto? Construir una base anual lo suficientemente sólida para resistir once meses de exigencias extremas. Una carrera contra el desgaste que, para muchos, se ha convertido en la clave de una carrera prolongada.
Prevención de lesiones: la nueva obsesión del circuito
Calambres, microdesgarros, inflamaciones crónicas, fatiga nerviosa, las señales de alerta se multiplican a lo largo de las temporadas. Los jugadores y sus equipos han entendido que ya no pueden permitir que estas señales se instalen.
Resultado: la prevención se ha convertido en el pilar número uno de la pretemporada.
Trabajo de movilidad articular, fortalecimiento de las cadenas profundas, optimización del sueño, seguimiento nutricional milimétrico, los programas se han densificado e hiperpersonalizado.
Los equipos también crecen: fisioterapeutas, osteópatas, preparadores mentales, analistas de video, cada detalle cuenta.
«Ganar un partido, a veces es haber evitado una lesión tres meses antes», confiesa un entrenador del circuito.
La individualización total: ya nadie prepara la temporada como otro
¿La palabra clave de la nueva era del tenis? Individualización.
Cada jugador, según su edad, su estilo, sus dolores, su balance de temporada o sus objetivos, construye una pretemporada a medida.
En el circuito, algunos apuestan por un gran volumen físico. Otros, por el contrario, priorizan un trabajo cualitativo para cuidar su cuerpo.
Los más jóvenes acentúan la intensidad. Los jugadores cercanos a los treinta o más allá protegen más sus articulaciones y trabajan la explosividad dirigida.
Esta revolución tiene un objetivo claro: maximizar el rendimiento mientras se retrasa la erosión inevitable impuesta por un deporte cada vez más brutal.
El caso de Caroline Garcia: un punto de inflexión revelador
Hace algunas temporadas, Caroline García había sorprendido al anunciar el final anticipado de su temporada.
Una decisión poco común, motivada por una fatiga extrema y un "mindset tóxico" según sus propias palabras. Al tomar esta distancia, pudo repensar por completo su pretemporada.
Esta elección radical le permitió luego reiniciar sobre bases más saludables, con un trabajo mental profundo y una preparación más coherente con sus necesidades reales.
Un ejemplo emblemático de esta nueva filosofía: es mejor cortar para reconstruir mejor que empeñarse hasta el agotamiento.
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