Clasificado para octavos, Medvédev sigue domando la tierra batida.
Sin jugar realmente su mejor tenis, el número 5 del mundo se aseguró el sábado su pase a octavos de final. Enfrentado a un Tomas Machac combativo y emprendedor, el ruso sufrió para sacar adelante su partido. A pesar de su experiencia, logró mantener el tipo y clasificarse, aunque con algunos sustos (7-6, 7-5, 1-6, 6-4 en 3h 25min).
Esta última victoria, contra un jugador en muy buena forma sobre tierra batida, es una prueba más de los progresos que ha realizado Medvédev en esta superficie. Tras ganar el título en Roma el año pasado, sigue demostrando que ya no es el alérgico a la tierra batida que fue durante tanto tiempo. Y no es solo una impresión, las estadísticas también lo demuestran. Entre 2018 y 2022, el jugador de 28 años solo ganó el 44% de sus partidos en esta superficie; desde 2023, ha ganado el 78%.
Una vez más, no brilló, pero triunfó. Ante un Tomas Machac en plena forma (finalista en Ginebra eliminando a Djokovic y ganador de la segunda ronda ante Navone), no cayó en la trampa. Sin deslumbrar con su talento (53 winners, 50 errores no forzados, 14 aces, 5 breaks concedidos), Medvédev supo mantener el tipo y sacar ventaja cuando lo necesitó. Vencedor tras 3 horas y 25 minutos (7-6, 7-5, 1-6, 6-4), es evidente que no dominó (sólo ganó un punto más que su adversario), pero hizo valer toda su experiencia para clasificarse para la segunda semana.
Interrogado por la prensa tras su victoria, no contuvo su alegría. Vencido desde el principio el año pasado, el jugador de 1,98 metros podría llegar muy lejos este año. Todavía muy nervioso a veces, el ruso prefirió reírse de ello, comparándose con su hija de muy corta edad: "Toda mi vida pensé que hacía berrinches en la cancha por varias razones, como mi infancia... Pero, ahora que veo a mi hija de un año hacer berrinches exactamente como yo, me digo que tal vez estaba en mis genes (sonrisa)".
Sea como fuere, en la siguiente ronda se enfrentará a un rival aún más duro, ya que Alex De Minaur (11º y ganador sobre Struff el sábado) se interpone ahora en su camino. Este duelo entre dos jugadores un poco menos cómodos sobre el ocre, pero que progresan claramente sobre la superficie, ¡ya promete!