Cláusulas ocultas, privilegios XXL: los entresijos de los contratos entre jugadores y marcas
La batalla comercial entre las marcas nunca ha sido tan feroz. Para atraer a los talentos del circuito, los equipadores sacan la artillería pesada: contratos personalizados, primas récord, innovaciones exclusivas.
Pero surge una pregunta: ¿qué ocurre una vez obtenida la firma? Y sobre todo: ¿están todos los jugadores alojados en la misma posada?
Las estrellas imponen sus reglas
La respuesta es simple: no. Algunos campeones de primer nivel, verdaderas máquinas de generar visibilidad y ventas, disponen de un poder casi total. Negocian casi todo:
- el número máximo de sesiones de fotos al año,
- el número de eventos de marketing obligatorios,
- la elección de sus indumentarias,
- el diseño de sus zapatillas,
- e incluso a veces las fechas exactas de sus apariciones mediáticas.
Estos jugadores trabajan mano a mano con la marca, influyen en colecciones, prueban prototipos… Una colaboración que supera ampliamente el simple papel de embajador.
El resto del circuito: obligaciones y sanciones posibles
Para la gran mayoría, aquellos que no se ven en primer plano en las campañas mundiales, la realidad es muy diferente.
Un jugador común debe someterse a una serie de reglas rígidas, a veces difíciles de gestionar en medio de una temporada ya agotadora:
- uso exclusivo de la marca, sin ninguna excepción,
- presencia obligatoria en las sesiones de fotos programadas,
- participación en las obligaciones mediáticas y redes sociales, según los estándares impuestos,
- y, en caso de incumplimiento, riesgo de sanciones económicas.
Una desigualdad contractual que no hace más que ampliar la brecha entre los mejores y el resto del ranking.
Encuentra la investigación completa este fin de semana (29-30 de noviembre)
«La guerra de las indumentarias: cómo los contratos de ropa dominan el negocio del tenis». A publicarse el fin de semana del 29-30 de noviembre de 2025.