Nacido casi por casualidad en un jardín de Acapulco, el pádel se ha convertido en cincuenta años en un fenómeno mundial que seduce tanto como inquieta al tenis. Su fulgurante ascenso ya está trastocando el panorama de los deportes de raqueta.
Mientras las federaciones luchan por reinventarse, las academias privadas captan a los talentos… pero también a las familias capaces de invertir decenas de miles de euros al año. Un sistema cada vez más eficaz, pero también cada vez más desigual.
Los ingresos de un tenista dependen únicamente de sus resultados deportivos. En caso de lesión, el día a día de quienes están lejos del Top 100 puede complicarse considerablemente.
Estrellas exhaustas pero omnipresentes, torneos cada vez más largos y exhibiciones convertidas en un negocio en sí mismo: el tenis revela sus contradicciones más profundas, entre espectáculo y supervivencia física.
Italia ganó la Copa Davis por tercera vez consecutiva en Bolonia la semana pasada. El capitán Filippo Volandri se pronunció sobre la última victoria obtenida contra España.
Ahora triple defensora del título en la Copa Davis, Italia ha consolidado su primer puesto en la clasificación por equipos. Cuartofinalista y presente en el Final 8 por primera vez desde la reforma de la competición, Francia figura en el top 10.
Doble defensora del título, Italia avanza hacia una final de la Copa Davis con aires de historia. Después de dominar a Australia (2023) y a Países Bajos (2024), la Squadra Azzurra sueña ahora con un triplete inédito desde hace más de medio siglo.