Durante mucho tiempo considerada como un simple aperitivo antes del gran espectáculo, la semana de las fases previas se impone ahora como un evento en sí mismo. Entre emociones crudas, innovaciones espectaculares y afluencias récord, la Opening Week sacude los códigos del tenis mundial.
En 1973, Billie Jean King hizo mucho más que vencer a Bobby Riggs: derribó un símbolo. Cinco décadas más tarde, la «Batalla de los sexos» renace entre Aryna Sabalenka y Nick Kyrgios, pero esta vez, el combate parece haber perdido su alma.
Las redes sociales han abierto una era inédita para el tenis: aquella en la que la notoriedad se construye tanto en la pista como en Instagram. Pero ¿hasta dónde puede llegar esta búsqueda de visibilidad sin hacer tambalear el equilibrio de los jugadores?
El tenis no se detiene nunca… o casi. Detrás de los torneos encadenados, los campeones deben aprender a parar para perdurar. De Federer a Alcaraz, investigación sobre esas pocas semanas decisivas en las que todo se juega: descanso, relajación, renacimiento.
El torneo de Auckland se anuncia candente: Ben Shelton liderará la danza, pero los focos estarán puestos en Gaël Monfils, defensor del título, y Stan Wawrinka, invitados de prestigio.
En una entrevista llena de emoción, Monfils habla del cansancio, su familia, pero también de la dificultad de anunciar su retiro a quien siempre lo ha apoyado: su padre.
John Isner no tiene miedo de ir a contracorriente. Para él, la pretemporada no es ese momento sagrado que todo el mundo imagina. Una declaración que cuestiona la preparación de los campeones y su relación con el rendimiento.