Lys habla sobre su placer recuperado de jugar al tenis: "Me di cuenta de que me identificaba demasiado con los resultados"
Lys no deja de ascender en el ranking y hoy se encuentra en el top 40. La alemana, nacida en Kiev (Ucrania), debe ahora ganar en regularidad para mantenerse en un determinado puesto. Octavofinalista en el Abierto de Australia (donde fue lucky loser) y cuartofinalista en el WTA 1000 de Pekín este año, Lys ha demostrado que es capaz de vencer a las mejores jugadoras del circuito.
De hecho, logró dominar a Elena Rybakina en la capital china. Sin embargo, las cosas no siempre han sido sencillas para ella, como aseguró en una entrevista para el podcast Tennis Insider Club presentado por Caroline García en las últimas horas.
"Es mi primer año en el top 100. Pensé que la vida sería más fácil, que tendría más dinero y menos preocupaciones. Pero fue todo lo contrario. Tenía tanta presión, entrenaba el doble de duro, y justo antes de Wimbledon, me di cuenta de que ya no me divertía, cuando siempre había disfrutado jugando. Me di cuenta de que me identificaba demasiado con los resultados.
Quería ser Eva Lys más allá del tenis. Con mis mejores resultados, la gente empezó a darme consejos sobre lo que debía hacer, cómo debía jugar. Empecé a escucharlos y mis expectativas crecieron. Ya no disfrutaba jugando. Viajo con mi familia. Es gracias a ellos que estoy en el top 100. Me decían: 'Eva, relájate. Aunque pierdas puestos en el ranking, aunque pierdas todos los partidos, tienes nivel. Lo lograrás tarde o temprano. Respira hondo.' Al menos, tengo gente a mi lado que me dice eso, porque el proceso es realmente intenso.
Doy lo mejor de mí cuando no me preocupo por los resultados. Si quedo eliminada pronto en un torneo, puedo ir a la playa, todos ganan. Existe un prejuicio hacia las atletas femeninas: deben sacrificarlo todo y no divertirse. Es una tontería. Cada persona es diferente. Se puede trabajar duro, ser disciplinado y aun así disfrutar de la vida.
Mi padre (que también es su entrenador) ha tenido que aprender mucho conmigo, porque soy muy sensible y emotiva. Si me hubiera presionado de manera tradicional, probablemente habría abandonado. Adaptó su entrenamiento a mi personalidad y a mis necesidades físicas, como el manejo de mi artritis, y por eso puedo mantenerme cuerda y seguir mejorando", aseguró Lys.