« La 300ª del mundo lucha para vivir», Gauff explica la carta enviada por las jugadoras del top 10 a los Grand Slams
En un raro momento de unidad en el circuito profesional, Coco Gauff, campeona de Roland Garros 2025 y del US Open 2023, ha desvelado una carta confidencial dirigida a los organizadores de los Grand Slams. ¿El contenido? Una exigencia clara: que los torneos más ricos del tenis inviertan más en el futuro del deporte, no solo en las cabezas de cartel, sino hasta en los rangos más modestos.
Si los Grand Slams mueven cientos de millones de euros por edición, el porcentaje destinado a los jugadores, en particular a aquellos que no superan las primeras rondas, sigue siendo inferior al de la ATP y la WTA. Una paradoja que la joven estadounidense de 21 años ha decidido denunciar junto a sus compañeros del top 10 masculino y femenino, unidos detrás de esta carta sin precedentes.
«Como ya sabemos, los Grand Slams son los que generan más riqueza, pero cuando miras el porcentaje de sus ganancias que va a las bolsas de premios, no es el mismo que en la WTA y la ATP, a pesar de que estos generan menos que los Grand Slams. Es muy importante cambiar esto y no solo estamos hablando de aumentarlas para el campeón, sino también para las personas que participan en la fase de clasificación.
La 200ª o 300ª del mundo tiene dificultades para llegar a fin de mes, lo cual no es común en otros deportes, especialmente con los ingresos generados por el tenis. Quise esta iniciativa pensando en este deporte a largo plazo, porque no sé si lograremos un resultado real mientras yo siga jugando. Pero lo que es seguro es que quiero dejar este deporte más saludable de lo que estaba cuando empecé.
Todas las jugadoras del top 10 están de acuerdo. Creo que es la primera vez en el circuito que logramos que se firme algo y que se pongan de acuerdo los 10 primeros, tanto mujeres como hombres. Es un gran paso. Sé que hay conversaciones y, por lo tanto, espero que podamos llegar a un acuerdo en un futuro cercano. Trabajamos discretamente antes de que la carta se hiciera pública, al menos del lado de las mujeres, con el Consejo de Jugadores.
La carta no debería haberse filtrado, aunque la firmamos sabiendo que probablemente lo sería. Me gustaría que las cosas no se resolvieran en la esfera pública, porque es mejor para los jugadores no tener que responder al respecto. Es la realidad de nuestro mundo, aunque es cierto que para cada gran cambio a veces es necesario ejercer presión pública. Los Grand Slams han trabajado con nosotros entre bastidores en busca de una solución, pero no sé qué va a pasar.»