« Es como una relación amorosa: cuando volvemos a ella, nos damos cuenta de que no todo era color de rosa »: Cornet explica con franqueza su decisión de volver a la competición
Alizé Cornet salió de su retiro a principios de abril, sin un objetivo claro en mente, excepto el de disfrutar y recuperar las sensaciones que echó de menos durante los meses posteriores a su primera retirada.
Eliminada sin contemplaciones por Marie Bouzkova (6-2, 6-1) en Estrasburgo este lunes, Cornet se presentó en rueda de prensa y se tomó el tiempo para hablar sobre su decisión de volver al circuito:
« Tuve ganas de intentar regresar para disfrutar en la pista, para tener una relación menos tóxica con el tenis. Quería ver cómo era jugar al tenis con menos presión sobre mis hombros, ya que no tengo expectativas respecto a mis resultados ni a la lucha por los puntos.
Ahora que he vuelto, ¡no hay mucho que añore! Pero eso es algo que uno descubre al regresar. Es como una relación amorosa: después de unos años, solo recordamos lo mejor, pero cuando volvemos a ella, nos damos cuenta de que no todo era perfecto. Todo lo que me está pasando ahora me recuerda por qué dejé el tenis.
Pero lo que realmente echaba de menos era la competición, el hecho de jugar partidos, de superarme, de vivir emociones en la pista. Todas esas cosas que me hicieron vibrar durante veinte años. »
Preguntada sobre sus diez meses alejada del tenis, la tenista de 35 años fue sincera:
« No he vuelto al mundo del tenis porque mi vida fuera aburrida sin él. Al contrario, ¡estoy deseando dejarlo de nuevo! Quería asumir este desafío, jugar por diversión. Me molestaba un poco haber dejado el tenis con una nota negativa.
Pero la vida sin tenis es excepcional. Para empezar, tengo tiempo, que ya es un lujo. Y tengo la oportunidad de hacer muchas cosas, de trabajar de otra manera, de expresar otra parte de mi personalidad, porque tengo otros talentos aparte de jugar al tenis.
También estoy muy contenta con lo que he vivido durante estos meses sin tenis, y el después de mi carrera ya no me asusta en absoluto. »