El término Fan Week es cada vez más popular en el deporte. Con el objetivo de dinamizar el tenis y hacerlo atractivo a ojos de todos, este evento, que se ha vuelto imprescindible en ciertos torneos importantes, goza de un éxito creciente.
Durante mucho tiempo considerada como un simple aperitivo antes del gran espectáculo, la semana de las fases previas se impone ahora como un evento en sí mismo. Entre emociones crudas, innovaciones espectaculares y afluencias récord, la Opening Week sacude los códigos del tenis mundial.
En 1973, Billie Jean King hizo mucho más que vencer a Bobby Riggs: derribó un símbolo. Cinco décadas más tarde, la «Batalla de los sexos» renace entre Aryna Sabalenka y Nick Kyrgios, pero esta vez, el combate parece haber perdido su alma.
Las redes sociales han abierto una era inédita para el tenis: aquella en la que la notoriedad se construye tanto en la pista como en Instagram. Pero ¿hasta dónde puede llegar esta búsqueda de visibilidad sin hacer tambalear el equilibrio de los jugadores?
Detrás de las sonrisas de los podios, persiste una fractura: la de las primas. Entre equidad deportiva, audiencias televisivas y peso económico, el tenis sigue buscando la fórmula justa — pero la paridad sigue siendo un partido sin ganador.
Interrogado por Eurosport sobre la situación actual del tenis francés, Gilles Simon mencionó especialmente un problema de formación. Comparó el caso francés con el de Italia y Jannik Sinner.
Retirado desde 2022, Gilles Simon luego estuvo en el equipo de Daniil Medvedev durante la temporada 2024. En una entrevista para L'Équipe, el francés habló sobre su experiencia con el jugador ruso.