Wawrinka elogia al público de París: "Me sentí como si jugara en casa".
Nadie sabe si Stan Wawrinka jugó su último partido en Roland Garros. Lo que es seguro es que es una posibilidad. A sus 39 años, no le quedan muchos torneos de Grand Slam por disputar, y el suizo ha vuelto a vender cara su piel este año.
Tras una primera ronda muy tranquila ante un Murray que estuvo lejos de su mejor nivel (6-4, 6-4 y 6-2), plantó una enorme batalla a una de las estrellas emergentes del circuito, Pavel Kotov (56º). El ruso de 25 años no cejó en su empeño. Muy agresivo, gestionó a la perfección los juegos decisivos en el primer y cuarto acto para ganar en casi 4 horas (7-6, 6-4, 1-6, 7-6).
Entre lágrimas al final del partido, el campeón suizo rindió homenaje a la acogida que recibió en la Porte d'Auteuil: "Es la primera vez que vivo un ambiente así aquí. Un gran número de aficionados acudió a la Philippe Chatrier después del partido. Había un ambiente de locura y realmente me sentí como si estuviera jugando en casa. Me trae muy buenos recuerdos y me da ganas de seguir. Porque eso no se vive muy a menudo. Estoy muy triste por haber perdido.
Preguntado por sus posibilidades de jugar en París el año que viene, Wawrinka no dio una respuesta clara: "Faltan doce meses y, a mi edad, no se puede ver tan lejos. El deseo está ahí, y creo que el nivel también. Ahora tenemos que ganar partidos y mantener una cierta clasificación para poder jugar este tipo de torneos". (comentarios retransmitidos por Le Matin).