« Tengo el mérito de aferrarme », Mannarino, clasificado para los octavos en Cincinnati, consideró retirarse

Adrian Mannarino ha recuperado sus sensaciones desde hace varias semanas. Después de meses de dudas y una caída en el ranking ATP, el exnúmero 17 del mundo ha vuelto al top 100 y, a los 37 años, el francés se ha clasificado para los octavos de final del Masters 1000 de Cincinnati tras vencer a Jordan Thompson (6-2, 6-2), Tomas Machac (6-3, 6-3) y Tommy Paul (5-7, 6-3, 6-4).

Cabe recordar que Mannarino también logró superar la fase previa con victorias ante Krueger y Svrcina. Antes de enfrentarse al número 1 mundial, Jannik Sinner, Mannarino repasó su etapa difícil, durante la cual llegó a plantearse seriamente retirarse.

«El año pasado fue complicado. Cuando ganas algunos partidos, tiendes a pensar que todo es más fácil, ves mejor el juego, entras menos en pánico y acumulas confianza.

Por el contrario, cuando las derrotas se suceden, la duda se instala, tomas malas decisiones, entras en pánico. Por eso es importante surfear la ola cuando es positiva.

Es cierto que cuando los malos resultados se acumulan, es un poco más difícil levantarse por la mañana para entrenar, pero hay que aferrarse, seguir trabajando. Tengo la suerte de que no me cuesta demasiado levantarme para ir al gimnasio y entrenar.

Puede sonar tonto para algunos, pero me gusta, me gusta hacer deporte. Así que quizá tengo más facilidad para reponerme que otros que se quedan en el fondo del pozo. Ese es mi mérito. No solo tengo puntos fuertes en mi juego, pero esto lo manejo bastante bien.

Tengo el mérito de aferrarme. Hubo momentos de duda. Siempre tiendo a creer, pero los resultados hablan. Este año he perdido contra jugadores muy, muy malos en torneos Challenger. Pensaba que pronto tendría que retirarme porque esto se estaba volviendo ridículo.

Pero, por otro lado, la gente con la que trabajo ha logrado motivarme y hacerme creer que aún era posible. Y ahora estoy viviendo un pequeño momento en el que los resultados llegan. Pero no hay que detenerse, hay que seguir.

Siento que juego mejor y eso sube la moral. Yo creía. Cuando eres el único, se vuelve difícil. Pero cuando personas en las que confías también creen, ayuda.

Gente que te adula, hay mucha. Gente que te apuñala por la espalda, también. Hay que ser impermeable a las críticas y mantener la confianza en la gente con la que trabajas.

Solo es complicado, no es un trabajo fácil», aseguró Mannarino, que dominó a Paul por segunda vez en tres enfrentamientos, para L'Équipe tras su victoria ante el estadounidense.