Con un farol, Monteiro prolonga su sueño en Roma.
Es una de las grandes historias de esta temporada de tierra batida. Thiago Monteiro, 106º del mundo, se ha clasificado para los octavos de final del Masters 1000 de Roma. Puede que el zurdo no haya hecho mucho ruido, pero acaba de cuajar una actuación de infarto: es el primer brasileño que alcanza los octavos de final de un Masters 1000 desde Bellucci, allá en Roma (2016).
Después de brillar en Madrid, cuando desbancó a Stefanos Tsitsipas en un partido de altísima calidad (6-4 y 6-4), Monteiro siguió su actuación en Roma con una actuación perfecta. Al igual que en Madrid, el de Fortaleza superó la fase previa con solvencia, deshaciéndose con gran autoridad de Gaël Monfils (6-2, 7-5) y Jordan Thompson (6-1, 6-3). Una vez clasificado para la tercera ronda, el zurdo se enfrentó el domingo a rivales mucho más duros. La batalla fue feroz contra Miomir Kecmanovic, que había vencido a Casper Ruud en la ronda anterior. Tras salvar un punto de partido, Monteiro se impuso finalmente en más de 2h30 de juego (6-2, 4-6, 7-6). Por un puesto en cuartos de final, se enfrentará al ganador del partido entre Ben Shelton y Zhizhen Zhang.
La actuación del jugador de 29 años es digna de admiración. De hecho, Monteiro ha tenido una trayectoria vital inusual. Abandonado al nacer y criado por una madre adoptiva muy cariñosa, Thiago tuvo que hacer muchos sacrificios para salir adelante. Bajo la atenta mirada de Kuerten, el brasileño está relanzando su carrera. Tras un decepcionante 2023, abandonó el Top 100 mundial. Y con dos excelentes torneos en su haber, va camino de volver.