Alcaraz sabe que se le da bien la hierba: "Sé cómo tengo que jugar".

Carlos Alcaraz está lleno de confianza. Tras un inicio de temporada bastante irregular, en el que sin embargo ganó el Masters 1000 de Miami, el español se sumió en la duda. Lastrado por problemas físicos en el brazo derecho, tuvo un inicio de temporada en tierra batida muy complicado, jugando sólo un torneo antes de Roland Garros (Madrid).

Pero todo ha cambiado desde París. Alcaraz llegó al Abierto de Francia con una confianza medida y ha redescubierto un excelente nivel de tenis. El prodigio de El Palmar, que ha ido ganando protagonismo partido a partido, se ha anotado tres magníficas victorias ante Tsitsipas (6-3, 7-6, 6-4), Sinner (2-6, 6-3, 3-6, 6-4, 6-3) y, por último, Zverev (6-3, 2-6, 5-7, 6-1, 6-2). De este modo, conquistó un impresionante tercer título de Grand Slam, el primero en París.

Puede que la tierra batida haya terminado, pero no es el final del camino para el actual número 2 del mundo. Tras haber disfrutado de una temporada monumental sobre hierba en 2023 (ganando títulos en Queen's y Wimbledon), el jugador de 23 años tendrá ahora que defender los títulos que ganó el año pasado.
Antes de embarcarse en la defensa de su corona en Wimbledon, ya tendrá que intentar retener su título en Queen's esta semana.

Afortunadamente para él, el sorteo ha sido bastante benévolo, ya que los jugadores de su sección del cuadro son en su mayoría especialistas en tierra batida.

No obstante, tendrá que vigilar a Draper (que ganó el título en Stuttgart el domingo), con quien podría volver a encontrarse en octavos de final. Aunque es uno de los grandes favoritos para ganar su propio título, "Carilto" podría enfrentarse a algunos jugadores muy fuertes sobre hierba. Entre ellos, De Minaur, finalista aquí el año pasado y ganador en Bois-le-Duc el domingo, y Dimitrov, que se siente muy cómodo en esta superficie y venció a Mannarino en primera ronda el lunes (6-1, 6-2).

Preguntado por la tarea que tiene por delante, Alcaraz se mostró confiado: "Ahora sé cómo debo jugar, entiendo mejor este juego y soy más maduro en esta superficie.

Por supuesto, en la primera sesión de entrenamiento, el movimiento no fue tan bueno como pensaba, pero aún tengo tiempo y sé que el proceso es más lento en hierba. Tengo confianza y sé que conseguiré estar al 100% antes que la temporada pasada".