Zverev aliviado: "Estoy realmente muy contento de haberlo conseguido".

Cuatro años después de su gran decepción en la final del US Open (derrotado por Dominic Thiem, 2-6, 4-6, 6-4, 6-3, 7-6), Alexander Zverev está a punto de volver a vivir una final de un Major. Tras fracasar tres veces consecutivas en su intento de alcanzar las semifinales del Abierto de Francia, ahora ha llegado a la final. Tras derrotar a un Casper Ruud debilitado por un virus (2-6, 6-2, 6-4, 6-2 en 2h37), el alemán se enfrentará este domingo a Alcaraz.

Entrevistado tras su victoria, el campeón de 27 años no ocultó su alegría. Después de tantos años de duro trabajo, vuelve a una final de Grand Slam: "No puedo describir las emociones que siento, sinceramente. Estoy muy contento de haberlo conseguido, sobre todo en esta pista en la que se han desarrollado tantas historias.

He tenido mis mejores y peores recuerdos en esta pista y, por fin, voy a llegar a la final después de mi cuarta semifinal aquí. Así que estoy muy contento de volver el domingo.

Preguntado por su rival, el alemán describió a su víctima de la noche en términos elogiosos: "Tengo que ser (mejor que hace unos años). Hoy tenía que serlo, porque ya has visto cómo ha ido el primer set. Casper es realmente un jugador que puede esperar su momento e impedir que juegues tu partido".

El año pasado perdí contra él por una gran diferencia, y también perdí el primer set por una gran diferencia, así que sabía que tenía que ser mucho más agresivo. Tenía que ir a por él en todo momento y hoy lo he conseguido. Estoy muy contento de estar en la final.

Zverev también habló del estado físico de su rival, visiblemente debilitado por una dolencia estomacal. Muy sincero, explicó que lo había notado: "Sí, vi que le pasaba algo. Creo que los dos primeros sets estuvieron a un nivel realmente increíble. Por su parte y por la mía también. Pero, al final del segundo set, vi que empezaba a moverse mucho más despacio y me di cuenta de que no se encontraba bien, pero que seguía pegando muy buenos golpes.

Y, dados sus movimientos, si yo hubiera empezado a ser más pasivo, eso le habría permitido ganar el partido. Hay que felicitarle porque ha jugado hasta el final y ha luchado hasta el final. Sí, es un gran campeón y un gran tipo, y sé que volverá aquí".

Antes de abandonar la pista, el jugador de 1,98 metros de estatura también echó la vista atrás para recordar un mal momento, su primera gran final. Como jugador experimentado, explicó: "Bueno sí, iba ganando dos sets a cero, estaba a dos puntos de ganar el partido y entonces se acabó. Como ya he dicho antes, y lo repito ahora, en ese momento no estaba preparado para ganar mi primer Grand Slam. Domi (Thiem) lo estaba, yo no. No estaba preparado. No era lo bastante maduro para eso.

Tal vez era demasiado niño y no comprendía del todo la importancia de esta oportunidad única. Por eso perdí. Ahora tengo 27 años, ya no soy un crío y me estoy haciendo mayor. Si no es ahora, ¿cuándo? ¿Cuándo?".