Thiem se despide - Un repaso a una carrera excepcional
Dominic Thiem y el tenis profesional, se ha terminado oficialmente.
Derrotado en dos sets por Luciano Darderi en la primera ronda del ATP 500 de Viena este martes (7-6, 6-2), el ex número 3 mundial ha colgado definitivamente sus raquetas.
Inconcebible hace unos años, esta decisión, a solo 31 años, parece finalmente bastante lógica.
Lejos de dejar a su público indiferente, el austriaco ha logrado marcar a toda una generación de jugadores y seguidores.
Tan apreciado por su tenis agresivo y estético como por su sentido del fair-play excepcional, 'Dominator' va a dejar un gran vacío tras de sí.
Menos de 24 horas después de su último partido en su carrera, ha llegado el momento de sumergirse de nuevo en la inmensa carrera del ganador del US Open 2020.
- Thiem, un prodigio desde la cuna
Dominic Thiem estaba destinado a convertirse en un gran jugador. Nacido en Wiener Neustadt, justo al lado de Viena, comienza su entrenamiento de tenis a una edad muy temprana.
Desarrollándose dentro de la academia de tenis de Viena donde trabajan sus dos padres, su potencial se hace rápidamente evidente.
Intuyendo su potencial, Gunter Bresnik, exentrenador de Becker, McEnroe o Lecomte, se ocupa de él desde 2002 cuando 'Domi' tiene solo 9 años. Una colaboración que durará finalmente 17 años (2002 a 2019).
Bresnik buscará rápidamente hacer evolucionar el juego de su protegido. Invitándolo a adoptar un revés a una mano, progresivamente empujará al austriaco a optar por un tenis cada vez más ofensivo.
- Unos comienzos prometedores
Tras un exitoso paso por los Juniors (final en Roland Garros, en particular) y algunas apariciones en el circuito ATP, Thiem se convierte finalmente en profesional a los 19 años, en 2012.
Ganando rápidamente sus primeros títulos en el circuito secundario, su ascenso es fulgurante. En dos años, alcanza el puesto 137 del mundo (+503 puestos).
Más apresurado que nunca, el austriaco dará otro paso en 2014. Logrando 35 victorias ese año, incluyendo algunos primeros éxitos notables (vencedor de Wawrinka en Madrid o octavofinalista en el US Open), abre de par en par las puertas del top 100 y alcanza incluso el puesto 39 del mundo.
En 2015, desacelera un poco, pero sigue ganando enormemente para finalmente adjudicarse sus tres primeros títulos ATP (Niza, Umag, Gstaad) e ingresar así al top 20 mundial.
- Cuando 'Domi' se convierte en 'Dominator' (2016-2019)
A partir de 2016, Thiem cambiará completamente de categoría. Se integrará rápidamente en el top 10 y logrará sus primeros grandes resultados en Grand Slam.
En el solo año 2016, vence a Nadal en tierra batida (6-4, 4-6, 7-6 en Buenos Aires), a Federer en hierba (3-6, 7-6, 6-4 en Stuttgart), alcanza las semifinales en Roland Garros (derrotado por Djokovic) y gana cuatro nuevos títulos en el circuito principal.
Desde entonces, 'Dominator' se instala en el top 10 mundial que no abandonará durante cinco largos años.
Posteriormente, el austriaco se estabilizará en la cima de la jerarquía mundial sin alcanzar, sin embargo, las cimas más altas.
En 2017 y 2018, mantiene su posición sin realmente lograr poner en peligro a los mejores jugadores del planeta. A excepción de la tierra batida, cada vez más impresionante.
Cada vez más impresionante en esta superficie, alcanzará incluso la final del Abierto de Francia en 2018, solo interrumpido por Nadal.
- Domi, el gigante
En 2019, algo cambia. Un techo de cristal se ha roto.
Impulsado por un tenis mucho más agresivo, el vienés juega ahora muy cerca de su línea y priva a sus adversarios de espacio y tiempo.
Titulándose en Indian Wells en marzo, venciendo a Federer al término de una final excepcional (3-6, 6-3, 7-5), seguirá con una temporada en tierra batida de muy alto nivel.
Ganando en Barcelona sin perder un solo set, estará más cerca que nunca del título en París. Superando a Djokovic en semifinales al término de un partido monumental, jugará incluso de igual a igual con Rafael Nadal durante más de 2 horas en la final de Roland Garros.
Finalmente, explotará bajo los golpes del mallorquín, pero parece haber fijado una cita para el futuro (6-3, 5-7, 6-1, 6-1).
De hecho, en 2020, alcanzará finalmente el objetivo máximo. En un año perturbado por el Covid-19, Thiem primero llega a la final del Abierto de Australia, cayendo al final de una batalla de 4 horas ante Djokovic (6-4, 4-6, 2-6, 6-3, 6-4).
No perdiendo la esperanza, finalmente inscribirá su nombre en el palmarés de un Grand Slam en Nueva York ese mismo año.
En un US Open jugado a puerta cerrada y marcado por la descalificación de Novak Djokovic, el austriaco vencerá a Alexander Zverev al término de una final con un escenario rocambolesco (2-6, 4-6, 6-4, 6-3, 7-6).
- La imprevisible caída a los Infiernos
Es a partir de 2021 que lo inesperado va a suceder.
Mientras todos los seguidores ven en Dominic Thiem un campeón capaz de ganar todo, el austriaco se derrumbará.
Fulminado por un síndrome de agotamiento, luego sufrirá una terrible lesión en junio de 2021 en la muñeca, lesión de la cual nunca se recuperará.
A excepción de una final en Kitzbuhel, 'Domi' ya no hará vibrar a sus fans, destruido por una lesión insoluble.
Después de tres años de batalla interminable, el año 2024 será finalmente el de la aceptación.
Su cuerpo y más específicamente su muñeca ya no pueden soportar la carga de una vida de jugador profesional.
Así termina la hermosa historia de Dominic Thiem, esta estrella del tenis que no debería haber sido tan fugaz.
Solo queda una cosa por decir. De parte de todos los fans del tenis: "¡Danke Domi!"