Para Alcaraz, Ferrero es muy estricto, pero eso es bueno: "Si no fuera tan exigente, probablemente me habría descarrilado".
Carlos Alcaraz es un auténtico fenómeno.
Con sólo 21 años, el español ya ha ganado 4 títulos de Grand Slam, incluido Wimbledon hace menos de una semana.
Así que, inevitablemente, cuanto más gana, más ojos se posan en él.
Preguntado por la receta de su éxito, el prodigio de El Palmar alabó largamente los méritos de su entrenador, Juan Carlos Ferrero: "Es un hueso duro de roer. Es una persona muy seria cuando tiene que serlo. En cuanto a trabajo y disciplina, es muy duro, pero también es muy, muy divertido cuando tiene que serlo".
Sabe diferenciar muy bien los momentos, pero sí, es muy estricto con todo, en la pista, con la profesionalidad, con las cosas que tengo que mejorar fuera de la pista, como el teléfono, la puntualidad, el descanso, etc. También es muy, muy divertido cuando tiene que serlo.
Pero creo que por eso estoy donde estoy hoy, por eso he crecido tan rápido, porque si él no fuera tan exigente, seguramente me habría descarrilado".