Medvédev aporta su experiencia

No todo fue Daniil Medvedev esta noche. Enfrentado a un Dominik Koepfer muy emprendedor (48 golpes ganadores, 38 errores no forzados), el ruso pareció pasar apuros en algunos momentos, con una cruel falta de mordiente en sus golpes.

Tras un inicio de partido convincente, en el que el número 5 del mundo había hecho lo necesario para adelantarse en el primer y segundo juegos (6-3, 6-4), empezó a mascullar su tenis. Falto de potencia y sufriendo la eficacia clínica del alemán (4 puntos de ruptura convertidos de 4), Medvédev se vio envuelto en un cuarto set peligroso (6-3, 6-4, 5-7).

Rompió rápidamente, perdió su ventaja antes de recuperarla de nuevo y acabar finalmente con el saque de su adversario. Lejos de jugar su mejor tenis (34 golpes ganadores, 26 errores no forzados), el ruso logró finalmente rehacerse de sus sensaciones de la noche para ganar el partido al cabo de más de 3 horas (6-3, 6-4, 5-7, 6-3). A Medvedev le toca ahora recuperarse, ya que este partido tan físico terminó pasada la medianoche.

A partir de ahora, tendrá que fortalecerse con el paso de los partidos para volver a un nivel de tenis que le lleve lejos. Ese reto comenzará en la segunda ronda, cuando se enfrente a Miomir Kecmanovic, un adversario de un calibre completamente diferente, sobre todo en tierra batida.