Clasificado para la tercera ronda, Sinner se muestra confiado: "Estoy listo para la siguiente etapa".
Jannik Sinner ha tenido un comienzo de torneo muy sólido. Llegó a París con dudas, no por sus resultados, tan prodigiosos como siempre, sino por su estado físico. Con un problema en la cadera (se retiró en Roma antes del Abierto de Francia), él mismo admitió que no sabía exactamente dónde se encontraba.
Tras una primera ronda sólida, la siguió a la perfección, derrotando con estilo a Richard Gasquet (6-4, 6-2, 6-4). Sin jugar necesariamente su mejor tenis, y a veces arrastrando los pies, sobre todo en los desplazamientos hacia delante, el transalpino impresionó no obstante. Sobre su victoria en segunda ronda, explicó: "Había un buen ambiente. Hoy me he sentido mejor que en la primera ronda. Ha sido especial jugar contra Richard Gasquet en casa, ante su público. El público ha sido muy justo y tengo que agradecérselo. Estoy listo para la siguiente ronda. Ha sido un día muy positivo.
Preguntado por sus posibilidades de convertirse en número 1 del mundo al final del torneo, Sinner se encogió de hombros: "¿Estoy pensando en convertirme en número 1? No, ya veremos. Sólo me concentro en mis partidos y en mis rivales. Estoy contento como estoy.
Para alcanzar la segunda semana, aún le queda un obstáculo que superar este viernes: Pavel Kotov, una de las estrellas emergentes del circuito masculino. Un adversario que, sobre el papel, no debería plantearle demasiados problemas, como demuestra su victoria sobre el mismo ruso en Madrid (6-2, 7-5). Dicho esto, las condiciones de juego en París parecen adaptarse mucho mejor a Kotov, por lo que el número 2 del mundo deberá estar atento.