Ante la polémica, Roland-Garros intenta justificar la no descalificación de Atmane
El domingo, Terence Atmane, 121º del mundo e invitado por la organización, estuvo a punto de realizar una hazaña extraordinaria. Enfrentado a Sébastien Ofner (45º), el francés estuvo en cabeza durante mucho tiempo, ganando los dos primeros sets e incluso consiguiendo un break en el tercero (6-3, 6-4, 4-2). Pero al final, la presión del momento y el nivel de su adversario le pasaron factura.
Derrotado finalmente en cinco sets (3-6, 4-6, 7-6, 6-2, 7-5), no ha sido por este resultado, aunque frustrante, por lo que Atmane ha sido noticia en los últimos días. Más bien, fue un gesto del joven de 22 años lo que dio que hablar. Cuando perdía 4-1 en el cuarto set, no pudo contener los nervios y envió una bola directa a la rodilla de un espectador.
El gesto recordó al que Djokovic cometió en el US Open de 2020 (pelota golpeada a una juez de línea). Entonces, la sanción fue definitiva y el serbio fue descalificado del torneo. Esta vez, el árbitro fue más indulgente y Atmane pudo terminar su partido.
Preguntado por esta no descalificación, Rémy Azemar, árbitro del torneo, intentó explicar la decisión: "Hubo un gesto muy violento, no se puede negar. El juez de silla fue a ver al espectador, el supervisor acudió al lugar y me llamaron. Recogí toda la información por el camino. También fui a hablar con la espectadora, que había sido golpeada en la parte inferior de la pierna.
Visualmente, no había nada. Le pregunté varias veces si le dolía algo, cómo se encontraba, y estaba bien. En cuanto hay sangre, una herida, es diferente. [...] El domingo por la noche, el gesto fue muy feo, y el jugador, muy concentrado en su partido, no tomó demasiada distancia de lo que había hecho, pero eso no justificaba una descalificación".
Dicho esto, Azemar quiso insistir en la gravedad del gesto y explicó que el francés será multado: "Será sancionado con una cantidad importante, porque las cuantías se han incrementado con respecto al año pasado, debido a que los premios en metálico también suben y los jugadores tienen que ser responsables de sus actos y gestos en el terreno de juego. Lo decidiremos dentro de unos días.
Aunque los argumentos esgrimidos por el torneo son comprensibles, no es seguro que basten para calmar a una parte de los aficionados, que ven en ello un doble rasero bastante vergonzoso.