Alcaraz, 21 años y alma de ganador: "Las finales no son para jugarlas, son para ganarlas"
Carlos Alcaraz jugará su tercera final de Grand Slam. Tras ganar el US Open (en 2022, ante Ruud en la final, por 6-4, 2-6, 7-6 y 6-3) y luego Wimbledon (en 2023, ante Djokovic en la final, por 1-6, 7-6, 6-1, 3-6 y 6-4), este domingo tiene la oportunidad de conquistar otro gran título.
Con sólo 21 años, el español es un auténtico modelo de precocidad. Anunciado como digno sucesor de Rafael Nadal, el prodigio de El Palmar será esperado con impaciencia el domingo. Tras vencer a Jannik Sinner en semifinales, muchos ven ya el trofeo en manos del campeón español. Sin embargo, aún tiene un gran obstáculo que superar: Alexander Zverev, 4º del mundo, que se coronó campeón en Roma justo antes del Abierto de Francia.
Entrevistado en rueda de prensa, 'Carlito' reflexionó sobre su partido de semifinales. Admitió haber sufrido, pero se mostró muy satisfecho con el estado de ánimo que adoptó durante el encuentro: "Este partido ha sido muy intenso, el nivel era muy alto. La clave es que supe aprovechar mis oportunidades en el momento adecuado. Estoy muy contento de haber sacado provecho de mis partidos anteriores, en los que quizá estaba menos mentalizado y pagué el precio. Las aproveché en esta semifinal, fui positivo en todo momento, fuerte de cabeza. Estoy orgulloso de ello.
En un partido que resultó físico, volvió a sufrir físicamente. A pesar de todo, explica que gestionó sus calambres mucho mejor que el año pasado (contra Djokovic en semifinales, 6-3, 5-7, 6-1, 6-1): "No fueron tan malos como los del año pasado (calambres). Mentalmente, soy más fuerte. Sé cómo manejar este tipo de situaciones.
Sé que cuando tengo calambres, si permanezco en el partido, desaparecerán. Sé lo que tengo que hacer en esos momentos. Cuando tengo calambres, tengo que aguantar y acortar los intercambios. Eso es lo que hice, lo gestioné mucho mejor".
Por último, Alcaraz también miró hacia la final del domingo contra Alexander Zverev. Muy motivado, no está dispuesto a tomarse a la ligera a su futuro rival: "No me he sentido así. Es una gran victoria, sí, pero es una victoria de semifinales. Estoy deseando que llegue la final. Va a ser muy difícil, tácticamente voy a tener que jugar muy bien. Sascha (Zverev) tiene un saque excelente en tierra batida y golpes muy sólidos. Sé que va a ser muy complicado.
Pero una final de Grand Slam sólo puede ser complicada. Estoy a un paso. A menudo me digo: 'Las finales no están para jugarlas, están para ganarlas'. Teniendo esa mentalidad, puedo tener la imagen de mí mismo con el trofeo en la cabeza".