Tras clasificarse para la tercera ronda, Nadal quiere calmar los ánimos: "Es sólo un partido".

Rafael Nadal tranquilizó a muchos expertos el sábado. Frente a un duro pero decepcionante Alex De Minaur, el mallorquín jugó su mejor partido desde su regreso. Sin ofrecer un gran partido, Rafa supo poner la intensidad suficiente para hacer explotar a su rival.

Aunque el australiano no es un experto en tierra batida, este éxito significa mucho para el español, que se encuentra en una carrera contrarreloj para ser competitivo en Roland Garros y en los Juegos Olímpicos.

Ante el entusiasmo colectivo generado por este inesperado éxito, el hombre con 22 títulos de Grand Slam no quiere dejarse llevar: "Estamos emocionados, pero la realidad es que sólo es un partido. Dentro de dos días empezamos de nuevo y mi energía y mi confianza van aumentando poco a poco, pero hoy (sábado), todavía estoy muy lejos de poder aspirar a hacer algo grande. [...] Eso no significa que no esté entusiasmado y que no tenga esperanzas para el futuro. Si no fuera así, no estaría aquí. Si estoy aquí, es porque todavía tengo esperanzas de que las cosas mejoren y porque sigo entusiasmado y motivado para jugar al tenis."

En un cuadro más abierto que nunca (ningún top 30 antes de cuartos de final), Rafa ya tendrá que salir airoso de su próximo compromiso. En tercera ronda, se enfrenta al argentino Pedro Cachín (91º del mundo).