Nadal no cierra la puerta a París: "Si hay la más mínima posibilidad de ganar, quiero ir allí, quiero intentarlo"
Es la gran pregunta del momento: ¿jugará Rafael Nadal en Roland Garros por última vez?
El mallorquín no ha jugado mucho esta temporada (11 partidos, 7 victorias y 4 derrotas), y su estado físico le está pasando factura. Aunque la elección aún no está tomada, el español ha confirmado que está más cerca de participar que de retirarse del sorteo.
Después de tres torneos sobre tierra batida, Nadal sigue muy lejos de su mejor nivel. Muy mediocre en Barcelona (1 victoria, 1 derrota), se recuperó en Madrid (3 victorias, 1 derrota) antes de ofrecer una actuación mucho menos convincente en Roma (1 victoria, 1 derrota). Aunque sigue sin jugar a su mejor nivel, la intensidad física de la que es capaz el español parece ir en aumento, sobre todo en los entrenamientos. Ha llegado el momento de que el toro de Manacor reproduzca este tipo de rendimiento en los partidos.
En una entrevista concedida a Francetv, 'Rafa' cree en sus posibilidades de participar, pero advierte de que sólo quiere jugar si se siente capaz al 100%: "No quiero salir al campo sabiendo que no tengo opciones. Si hay una mínima posibilidad de ganar, quiero intentarlo, quiero intentarlo. Pero si realmente no hay ninguna posibilidad, no, prefiero no hacerlo. [...] Si no puedo jugar, será muy duro, eso seguro. Pero personalmente, con todas las emociones que viví allí, creo que me resultaría aún más difícil jugar sin ser competitivo. No quiero sentirme en Roland Garros como me sentí en Madrid o Barcelona, sin poder luchar de verdad."
Preguntado por lo que entendía por "ser competitivo", explicó: "Creo que ser competitivo para Roland Garros significa ir al torneo al 100% y si el 100% no es suficiente para ganar un solo partido, hay que aceptarlo. Pero no me veo saliendo al campo sabiendo que no tengo opciones. Si hay un 0,01 de posibilidades, quiero aprovecharlas, quiero intentarlo. Pero si realmente no hay ninguna posibilidad, no, prefiero quedarme con mis recuerdos.
Por tanto, la ecuación es sencilla para el mallorquín: o se siente capaz de rendir y jugará, o no lo hará. Así que, si juega, podemos esperar un nivel de juego bastante alto. Como no será cabeza de serie, su presencia podría reservarnos algunos partidos locos en la primera semana.