Dominado por Virtanen, Thiem se despide del Abierto de Francia

Dominic Thiem no volverá a jugar el Abierto de Francia. Eliminado en la segunda ronda de la fase previa (6-2, 7-5), no tendrá derecho a un último partido en la pista Philippe Chatrier. Las esperanzas de un último duelo a 5 sets en París, vislumbradas el lunes, se apagaron el miércoles.

Frente a Otto Virtanen, 156º del mundo, Thiem fue incapaz de dar con la tecla. Tras un inicio de partido muy pobre en el que se vio dominado por mayoría, el austriaco pareció volver a meterse en el partido. Por desgracia, no fue suficiente.

Maltratado por un jugador muy potente, el ex número 3 del mundo parecía abocado a una derrota muy ajustada (6-2, 3-1). Pero, con un sorprendente espíritu de lucha, logró reaccionar. Espoleado por un público que le apoyaba en gran medida, resurgió poco a poco. Para deleite del público de la Suzanne Lenglen, volvió a poner mucho peso en sus golpes, incomodando aún más a su adversario finlandés. Tras romper y volver a encontrar su primera bola, parecía muy cerca de volver a ponerse a un set. Pero entonces intervino la lluvia. Con 5-5 y 0-30 en el saque de Virtanen, el tiempo obligó a los jugadores a abandonar la pista. Se tardó media hora en cerrar el techo y reparar la pista.

El escenario temido por todos los seguidores de Thiem resultó ser cierto. La interrupción se llevó el viento de las velas de Thiem. Tras perder un punto de ruptura (5-5), cedió por última vez su servicio, sinónimo de derrota. Con un último golpe de derecha fallido, Thiem se despidió del Grand Slam de París.

Esta derrota plantea interrogantes. Aunque es bastante obvio que "Domi" ya no tenía nivel para llegar lejos en Roland Garros, el tema de su no invitación al cuadro principal surge inevitablemente. Teniendo en cuenta el historial del ganador del US Open 2020 en París (cuatro veces semifinalista y dos finalista), ¿no era inevitable una invitación al cuadro principal? ¿No habría merecido Thiem jugar por última vez en la pista Philippe Chatrier? La pregunta merece la pena.

Sea como fuere, es hora de que el público parisino y, más ampliamente, todos sus seguidores acepten que este partido ha sido el último del austriaco en París. Lleno de emoción, es hora de decir adiós a un campeón que dejó su huella en la historia de este torneo, y que pasará a la historia como uno de los jugadores que debería haber ganado el Abierto de Francia.

Para "Domi", la historia no ha terminado del todo. Su despedida está prevista para octubre. De aquí a entonces, aún le quedarán algunos torneos por disputar, incluida una posible última aparición en el Abierto de Estados Unidos antes de despedirse de su torneo de casa, en Viena.