Tras su despedida en Madrid, Nadal tranquiliza: "No he terminado mi viaje con una raqueta en la mano".

Vencido el martes por 7-5 y 6-4 por un excelente Jiri Lehecka, Rafael Nadal se despidió del torneo de Madrid. Dominado por un jugador lleno de fuego y potencia, Rafa firmó una actuación de primer nivel. Como él mismo reconoce, su nivel de juego va en aumento. Y también su intensidad física.

Tras una ceremonia de homenaje especialmente emotiva, el rey de la tierra batida recordó este momento de la historia y recordó que su relación con el tenis aún no había terminado. Mucho más tranquilizador que al principio del torneo, el hombre de los 14 títulos del Abierto de Francia declaró: "Hoy ha sido emocionante, un día inolvidable para despedirme de Madrid. Es uno de los lugares, si no probablemente el lugar, donde he recibido más cariño y apoyo. Pero mi carrera continúa, y tengo mis objetivos personales para las próximas semanas, y quiero ver si tengo posibilidades de alcanzarlos. [...] Ha sido una semana positiva desde todos los puntos de vista. He podido jugar cuatro partidos, algunos duros, y el cuerpo, aunque ahora algunos músculos están cansados y lo he notado durante el partido, ha aguantado bien. Tres victorias, cuatro partidos a un alto nivel... Me ha gustado mucho jugar en casa. Me voy con una sensación muy positiva en todos los sentidos. (comentarios retransmitidos por L'Equipe).

Preguntado por la emoción que genera su despedida, el mallorquín se confesó honrado y orgulloso: "Es una gran satisfacción personal. Cuando la gente se emociona, no se trata sólo de deporte. Creo que he hecho cosas buenas, no sólo con la raqueta. Al menos, eso es lo que he intentado hacer. Todos cometemos errores, tenemos momentos mejores y peores, pero he intentado ser respetuoso, amable y servir a la gente lo mejor que he podido. También he intentado comportarme correctamente en la pista, y creo que lo he conseguido la mayor parte del tiempo. [Es normal que la gente llore. Incluso si me hubiera comportado mal, probablemente lo harían, porque me quieren de una manera diferente a la gente que me rodea. Es una gran satisfacción personal en cuanto a lo que considero que tiene valor en la vida, porque jugar al tenis sólo tiene valor deportivo. Espero no haber sido, al menos, un mal ejemplo a seguir para quienes me han visto por televisión todos estos años".

Preguntado por sus sentimientos personales, el español confesó que había contenido las lágrimas, pero explicó que lo había hecho por una buena razón, ya que su carrera aún no había terminado: "Me he emocionado mucho. Me contuve, no quería hacer un mar de lágrimas, aunque estuve a punto. Porque no terminé. Terminé en Madrid, pero no terminé mi viaje con una raqueta en la mano. Fue un momento emocionante, pero quizá no sea el momento de soltar lo que llevo dentro. Aún me queda mucho camino por recorrer y no quiero soltar toda esa adrenalina todavía. Me voy con mucha energía y he progresado en todos los aspectos. Habrá que ver si soy capaz de consolidar estos avances.

Muy satisfecho con lo que ha podido ofrecer, el mito español se muestra mucho más positivo que cuando llegó a Madrid: "Llegué aquí con dudas sobre todo y me voy sin ellas. Ha sido una semana increíblemente positiva. Mi rival ha jugado a un nivel muy alto y yo he seguido siendo competitivo. El primer set fue el mejor que he jugado desde que volví a competir, al menos en cuanto a lo que busco en cuanto a juego de pies, rotación de pelota y demás. Creo que ese fue el día en el que estuve mejor posicionado en la pista. Muscularmente, tuve un pequeño bajón al final del primer set, pero estoy totalmente satisfecho, mucho mejor de lo que podía esperar. [...] Hace tres semanas, no sabía si iba a volver a jugar un partido oficial y he podido despedirme de la pista a un nivel más que decente. Desde el punto de vista tenístico y emocional, esta ciudad siempre ha sido tan solidaria y enérgica que me ha ayudado decisivamente en mi carrera. Lo que me llevo hoy de aquí es un recuerdo hermoso, imborrable e inolvidable. Nunca tendré la oportunidad de agradecerles lo suficiente lo que han hecho por mí. No sé si será la última vez que juegue en España. No lo he pensado, pero es muy probable que así sea. Si es la última vez, es un gran recuerdo, una gran noche".

Aunque todavía hay dudas sobre si participará en el Abierto de Francia, no cabe duda de que el culebrón Rafael Nadal aún no ha terminado. Próxima parada: el Masters 1000 de Roma (8-19 de mayo), donde Rafa ya ha llegado 12 veces a la final, ganando 10 títulos (2005, 2006, 2007, 2009, 2010, 2012, 201